José Antonio Tolosa Caceres
Historiador, escritor y poeta

CONTRICIÓN



 

Contrición 

 

En un mórbido lecho perfumado
una noche sutil de primavera,
de mi cuerpo de niño inmaculado
¡robó la castidad una ramera!
 
A media luz en la penumbra fría,
su cuerpo blanco, lascivo e incitante,
una rosa de carne parecía,
una estatua de mármol palpitante.
 
Asióme con sus brazos tentadores,
besóme con sus labios afiebrados
y en una floración de mimos pecadores,
rodamos por el lecho consternados.
 
Bebí las mieles letales de su boca
con un ansia indecible, inusitada,
mi casta timidez tornóse en loca
pasión de su presidio libertada.
 
Pasada ya la tempestad de orgía,
vuelta a mí corazón la dulce calma,
sollozando noté que la alegría,
¡había muerto en el fondo de mi alma!
 
Maldije entonces la infeliz ramera
que robó de mi vida la fragancia
una noche sutil de primavera
en la tibia penumbra de su estancia.
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