José Antonio Tolosa Caceres
Historiador, escritor y poeta

IN MEMORIAM

 

IN MEMORIAM
DON JOSÉ ANTONIO TOLOSA CÁCERES
(1924-2008)
 
 

Foto. La Academia de Historia del Norte Santander recibe el pergamino en homenaje a la Confraternidad Bolivariana, en donde se consagra la reciprocidad de nuestras instituciones. Recibe: Dr. Pablo Chacón Medina, presidente (e); y Don José Antonio Tolosa Cáceres, Secretario Perpetuo.

 
 
La Confraternidad Bolivariana es celebrada oficialmente desde el 03 de octubre de2005, y pilar fundamental de celebración fue Don José Antonio Tolosa Cáceres, Secretario perpetuo de la Academia de Historia del Norte Santander. El 3 de octubre de 2006 se conmemoró en San Cristóbal. Desde entonces quedará consagrado como un día para conmemorar el espíritu de los hijos de ese gran atlante que fue Simón Bolívar.
 
 
Bolívar diseño ese proceso de formación del universo latinoamericano en su poema del 13 de octubre de 1822, Mi Deliro sobre el Chimborazo. Y aunque se apoya en las teogonías griegas al invocar a Cronos (El Tiempo), como padre de los siglos y principio ordenador, trasciende esa visión para depositar en el Dios de Colombia el principio ordenador del universo latinoamericano.
 
 “Un delirio febril embarga mi mente;
me siento como encendido por un fuego extraño y superior.
Era el Dios de Colombia que me poseía.”
Es el gran cosmólogo nuestro.!
 
 
Lo que Hesíodo para los griegos, lo es Bolívar para los latinoamericanos.
 
Bolívar actuando cual Demiurgo ordena el mundo, para eso procede a construir su propia cosmogonía integrada por los Andes, el símbolo arquetipal de la Diosa Madre. Los Andes representan a Gea, pero también es la Pachamama. Es de la Madre-Tierra que nació laTitanomaquia latinoamericana. Cada uno de los Titanes devino en Estado-nacional.
 
Hoy Colombianos y Venezolanos nos reunimos para rememorar ese origen.
 
En esencia las patrias latinoamericanas tienen un parentesco común, son FRATRIAS; comparten un espacio con un lenguaje común, y un conjunto de tradiciones, hábitos y valores que los identifica. Tienen un espacio para el compartir, aquello que Ortíz-Osses definía como: "lugar cultural _entendiendo por cultura= lenguaje= forma de vida específica_, lugar cultural de comunicación." (Ortíz-Osses en Kerényi, 1994:257)
 
Bolívar en el estado catártico que lo invade construye la Gran Fratría Bolivariana.
 
Para nosotros la identificación cultural no la define ni la MATRIA, ni la PATRIA sino la FRATRIA. La Matria es regida por la Madre Naturaleza, la Patria es regida por el dios Estado, y la Fratría la rige el nosotros grupal. Por eso la Fratrialidad Bolivariana se configura como una relación entre hermanos; y no de la imposición de una dialéctica de la negación, en la que se busca someter al Otro. La relación entre nosotros es más de hermanos, entre pares, que entre Estados-nacionales.
 
La poesía latinoamericana ha cantado con fuerza ese hermandad, Podríamos decir que el primer poema fue el del ecuatoriano José Joaquín Olmedo (1780-1847) en su Oda a la victoria de Junín, Canto a Bolívar, editado por primera vez en Guayaquil en 1825. En sus novecientos nueve versos reconstruye la genealogía de los imaginarios latinoamericanos, desde la versión arquetipal de la Gran Diosa Madre, la Pachamama, pasando por el último inca Huaina Cápac hasta la figura emblemática del héroe supremo, Simón Bolívar.
 
El poema contiene la memoria colectiva de aquellas batallas que alimentaron la gloria de la gesta heroica, de Junín a Ayacucho. Es un himno al eterno retorno, un canto que integra las raíces prehispánicas con el mundo occidental.
Veamos una muestra:
 
VICTORIA DE JUNÍN,
CANTO A BOLÍVAR
 
PADRE del universo, SOL radioso,
Dios del PERÚ, modera omnipotente,
El ardor de tu carro impetuoso,
Y no escondas tu luz indeficiente…
Una hora más de luz….pero esta hora
No fue la del destino. El Dios oía
El voto de su pueblo; y de la frente
El cerco de diamante descendía.
En fugaz rayo el horizonte dora;
En mayor disco menos luz ofrece;
Y veloz tras los Andes se oscurece.
Tendió un manto lóbrego la noche;
Y las reliquias del perdido bando,
Con sus tristes y atónitos caudillos
Corren, sin saber dónde espavoridas,
Y de su sombra misma se estremecen.
Y al fin en las tinieblas ocultado
Su afrenta y su pavor desaparecen.
¡Victoria por la Patria! ¡Oh Dios! Victoria.
¡Triunfo a Colombia; y a Bolívar gloria!
 
El cubano José María Heredia (1803-1839) nos recuerda el carácter divino del mito bolivariano. En su poema A BOLÍVAR, desarrolla la visión sagrada de Bolívar como símbolo del imaginario latinoamericano:
 
¡Bolívar inmortal!
¿Qué voz humana Enumerar y celebrar podría
Tus victorias sin fin, tu eterno aliento?
Colombia independiente y soberana
 
El venezolano Juan Vicente González, coetáneo de los poetas colombianos: José María Samper (1831-1888), Miguel Antonio Caro (1843-1909) e Ismael Enrique Arciniegas (1865-1938), nos inmortalizó la confraternidad Bolivariana, hasta e l punto que bien pudiéramos elegir como himno de la FRATRIALIDAD BOLIVARIANA su canto:
 
 
A BOLÍVAR
 
¡Padre y creador de vírgenes naciones,
Astro de libertad, genio de gloria,
Arbitro del destino y la victoria,
Terror de España y sus rugientes Leones!
Desciende a contemplar tus creaciones,
Acatada y triunfante tu memoria,
Tus grandes hechos que la absorta historia,
Acaso un día llamará ficciones.
Pueblos son tus pirámides triunfales.
Un bello mundo de tu genio el fruto,
Tu herencia gloria, libertad, anales;
Y la gloria es tu féretro: de luto
Mi patria ante las pompas funerales
Duelo inmenso te rinde por tributo.
 
 
 
En esta atrevida hora que invocamos a nuestro padre el Libertador, Permítaseme terminar con la "Juana de América": Juana Ibarbaru, expresión femenina del canto a Bolívar:
 
Avergüenza decir:
"Voy a hacerle un himno a Bolívar"
¡Es tan menguada la voz de los hombres
para alzarlo en el elogio de los héroes!
A Bolívar habría que cantarle
Con la garganta de los vientos
Y el pecho del mar.
Y tendría que suplicarle al pampero:
Dáme tu acento.
Y al Atlántico y al Caribe:
Hoy necesito vuestra voz.
 
 
BIENVENIDOS HERMANOS COLOMBIANOS,
ESTA CASA TAMBIÉN LES PERTENECE!
 
 
El sueño de Bolívar fue Colombia, y somos todos colombianos. Bolívar sembró en el tiempo la consigna de que "COLOMBIA ES LA PALABRA SAGRADA, Y LA PALABRA MÁGICA DE TODOS LOS CIUDADANOS VIRTUOSOS. YO MISMO SOY EL PUNTO DE REUNIÓN DE CUANTOS AMAN LA GLORIA NACIONAL Y LOS DERECHOS DEL PUEBLO." (Bolívar, 1826) Hoy como ayer el dios de Colombia nos posee, y fue así como nació el sueño de la Gran Colombia el 17 de diciembre de 1819, después de la batalla de Boyacá, en Santo Tomás de Angostura a partir de la Ley Fundamental de Colombia.
 
Esta organización política, social, económica y educativa de lo que se llamó la República de Colombia hasta 1830, solo puede ser comparada con el sueño del gran Genghis Khan, quien fue capaz de crear en sus seguidores una nueva imagen del pueblo mongol. Y es que nuestro Libertador tuvo esa "inteligencia Demiúrgica" propia de los hombres que saber organizar el cosmos.
 
Y, es que el origen de esa CONFRATERNIDAD BOLIVARIANA se inició en este sagrado espacio hace 184, en el Congreso Constituyente de Cúcuta reunido entre el 6 de mayo y el 14 de octubre de 1821. Casi podríamos decir que los tachirenses fuimos testigos de excepción en el nacimiento de Colombia.
 
 La confraternidad grancolombiana está consagrada no solo por la historia común que se remonta a la dependencia político-administrativa del virreinato de Santafé de Bogotá hasta 1777, sino por tener un padre de la Patria en común. Por eso en el Ser Fronterizo se integra una mentalidad común. La nacionalidad para los tachirenses es una categoría asimilada como una práctica de convivencia con otro hermano que vive en la casa vecina. Al fin y al cabo, la idea de nación fue una construcción decimonónica. Nuestra historia común se entronca en el tiempo estructural por razones geográficas, lingüísticas y mentales; geográficamente, somos una unidad que fusionan los valles ultramontanos de la depresión de los ríos Táchira y Pamplonita; lingüísticamente, nacimos con una homofonía anclada en las raíces lingüísticas de la Edad Superior o Neoindias de la familia Chibcha y Chibcha – Arawak; y mentalmente, tenemos un “utillaje espiritual” que integra nuestros pueblos en términos de larga duración.
 
 
Hoy la Academia de Historia del Táchira y Sociedad Bolivariana del Táchira lloran la partida de uno de sus hijos, Don José Antonio Tolosa Cáceres, quien fuera uno de los patriarcas forjadores de la Confraternidad Bolivariana. 

Con las palabras de Bernardo de Chartres, recordamos que:
 
"somos enanos encaramados en hombros de gigantes. De esta manera vemos más y más lejos que ellos, no porque nuestra vista sea más aguda o nuestra estatura más alta, sino porque ellos nos sostienen en el aire y nos elevan con toda su altura gigantesca.”
 
 
 
 
Dr. J. Pascual Mora García
Presidente de la Academia de Historia del Táchira
y Sociedad bolivariana del Táchira.
 
 
 
San Cristóbal, 7 de abril de 2008
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