NO SE POR QUÉ
No se por qué
Dedicado a la memoria de Maria Cáceres García
¡No sé por qué,
pero las flores
me tornan soñador!
Mi abuela era hortelana
y en su huerto
había muchas flores
de variado color.
Aquí la hierbabuena,
la malva, las violetas,
el crisantemo, el trébol,
llantén y girasol.
Flores, como mi abuela,
sencillas y discretas,
¡delicadas y tristes
como yo!
Entonces yo era niño,
tenía los ojos tristes
y triste la sonrisa,
con la suave tristeza
de una tarde sin sol.
Y de la mano flébil
de la abuela lejana,
paseaba mi tristeza
por su huerto de amor.
Después por los caminos
inciertos de la vida,
junto con mi tristeza
paseado he mi dolor.
¡Ya no existe aquel huerto
ni existe la hortelana
y el niño de ojos tristes
y triste la sonrisa
hace ya mucho tiempo
murió en mi corazón!
¿Será, quizá, por ello
que las flores
me tornan soñador?